Una consecuencia lógica que se desprende de todo lo que hemos comentado es lo referente al pecado, un pecado sería aquella acción que parece ir en contra de las reglas naturales de la creación; pero… si no hay libre albedrio, por que debe haber un pecado o peor aun un juicio o una condena. A mi entender, el pecado no es una causa, es una consecuencia de un ego desmesuradamente poderoso y por tanto de un espíritu muy débil, cuando nuestra conciencia de identidad independiente nos separa tanto del conjunto que no somos capaces de percibir nuestra pertenencia al colectivo y por tanto considerarnos enfrentados a los demás, no es raro que actuemos contra el colectivo puesto que nos vemos como muy diferentes, alejados, ajemos y por tanto con derecho a cualquier acción.
No por ello tienen menos valor las nomas morales y la layes que rigen en este mundo, forman parte de los catalizadores necesarios para que nuestras acciones estén en sintonía con el Plan Maestro de Dios.
Jamás me han gustado los dogmas y por tanto no pretendo como absoluta ninguna de las tesis expuestas en estas líneas, me encanta cambiar de idea por que otro me ofrece una visión mas perfecta que la propia o reafirmarla al contrastarla con otras versiones, no solo puede ser mejor una opinión ajena, también uno mismo puede cambiar de forma de pensar, siempre y cuando base sus conjeturas en la razón; eso es evolucionar.
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