Esta fábula pretende explicar lo mucho que nos perdemos cuando estamos enfrascados en nosotros mismos, cuando nos preocupamos tanto en nuestra propia vida que se nos olvida que formamos parte de un todo al que llamamos creación y que a su vez forma parte de Dios. Somos una gota de agua del océano, en el momento que nos separamos del resto somos insignificantes, pero cuando estamos conectados con el todo somos infinitos.
Bueno, sin más preámbulos vamos al cuento, espero que os guste y aprendáis algo de él.
EL SEÑOR BRAZO DERECHO:
Erase una vez, un cuerpo humano, un hermoso y completo cuerpo humano donde cada miembro tenía identidad propia. En él, a la altura del hombro, había un brazo; se llamaba Brazo Derecho, era largo, suave y blandito, contaba con un ante brazo, codo, brazo, muñeca, palma y dedos, era un brazo muy bien formado. Brazo Derecho vivía consciente de su independencia del resto del organismo al que trataba con cierta distancia, tenía su personalidad y forma de ser, hecho del que se sentía muy orgulloso y opinaba que cada cual debía apañarse por su cuenta como hacía él, sin molestar a nadie.
La cuestión es que Brazo Derecho no era muy feliz que digamos, su vida era bastante injusta, al menos según su criterio; se pasaba el día cargando, esforzándose mas que nadie y al final para nada, al día siguiente era lo mismo, mas peso, mas esfuerzo sin recompensa alguna por mucho hiciera; incluso una vez sintió un daño terrible poniéndole una vacuna, el dolor era tan fuerte que hasta le dieron temblores y total era para curar una infección en el pié que ni le incumbía y de poco sirvieron las protestas, la vida era muy desagradecida con el, ¿Por qué siempre le tocaba a el todo lo peor?; la vecina Cabeza, le había explicado que aunque no lo comprendiera, las dificultades que la vida pone en nuestro camino son por nuestro bien, que de alguna forma nos perfeccionan, que había algo mucho mas grande, inmenso, casi infinito que se llamaba persona, que lo dominaba todo, que sabía lo que hacía y que solo repartía bondad y amor entre todos los órganos del cuerpo, que todas sus acciones eran para un fin bueno que a menudo no sabíamos entender desde nuestra perspectiva personal. Pero Brazo Derecho solo podía sentir miembros similares a el y… si hubiera existido ese ser tan bondadoso y poderoso, no podría haber permitido tanto sufrimiento e injusticia como había por todas partes, y no solo el; hablando con otros miembros, le contaban que sus vidas eran igualmente de miserables y sin sentido concreto; ¿para que existir sin una razón clara?, ¿Solo para pasar lucha y trabajo?, vivir es tan solo una agonía sin fin. Suerte que alguna vez lo acariciaban haciéndole la existencia mas llevadera, pero la satisfacción pasaba rápido, las mas, tan solo encontraba cosas ásperas, rasposas, hasta punzantes o filosas que lo encolerizaban tanto.
Por estas cosas había mal estar entre los miembros del cuerpo, nadie se entendía, cada cual intentaba buscar su propio beneficio por encima del de su prójimo, su manera de sentirse mejor, de realizarse. Las piernas solo querían que las acariciaran y jamás tenían suficiente, cada brazo solo quería ser acariciado y claro, no había nadie para acariciar, estando todos ocupados en exigir caricias. Cada vez iba todo de mal en peor y como es natural el cuerpo enfermó gravemente, pero como cada cual solo pensaba en el, no le importaba demasiado lo que le pasara a los otros, seguro que eran los demás los responsables del mal, bastante tenía con resolver sus problemas que eran muchos, sobre todo la fiebre y el mal estar que hacían estragos y para mas problema la sangre que llegaba por las venas no alcanzaba para casi nada.
Como es natural, al final, tras una acalorada discusión donde todos gritaban, hubo una pelea, una pelea tremenda; de poco sirvieron los razonamientos de la Señora Cabeza; hubo golpes, patadas, arañazos y mordiscos para dar y vender.
Al día siguiente había mucha expectación, corrieron muchos rumores sobre lo ocurrido y lo que podía significar, lejos de apaciguar los ánimos, eso había aumentado aun más las discusiones y las diferencias entre todos, había versiones para todos los gustos; por suerte todos respetaban a la Señora Cabeza y reconocían su sabiduría, así que si alguien podía explicarlo era ella.
Con la autoritaria voz que la caracterizaba, se dirigió a los congregados.
Miembros del cuerpo, guardad silencio, pues lo que os voy a decir es muy importante para todos. La enfermedad que todos sufrimos, la falta de sangre, el sufrimiento, no es culpa de nadie en concreto, es culpa de todos y cada uno de nosotros y solo si cada cual cede podremos acabar con ella, como individuos no somos nada, nada en absoluto.
Se miraron unos a otros incrédulos, rumoreando si quizá en la lucha la Cabeza se había llevado un mal golpe.
¡Silencio!, No hay individuos, somos parte indispensable del cuerpo y solo cuando el cuerpo funcione adecuadamente, cuando todos y cada uno cumplamos las misiones para las que existimos podremos recibir la satisfacción del todo, no un placer egoísta como las caricias personales que solo nos producen felicidad temporal, si no la satisfacción de formar parte de algo mucho mayor, algo casi infinito, la Persona en toda su gloria. Al dejar de solo ser piernas, podremos ser a la vez cabeza y ver, oír, gustar, oler, al dejar de ser brazos podremos caminar. Dejemos atrás lo que nos separa, que no es mas que una mentira, una ficción creada para justificar el individualismo; abrámonos al todo, entremos en una nueva vida donde comprenderemos el por que de nuestra existencia, dejando atrás el yo de cada cual, superemos el “ego” que nos lastra para una comprensión universal.
Tras unos instantes de silencio absoluto, se escuchó un grito al fondo, donde las extremidades inferiores diciendo “puedo ver”, otro al centro “puedo oír”, el griterío jubiloso se extendía de un confín al otro del cuerpo.
No hace falta que te cuente que automáticamente bajo la fiebre, el malestar, las rencillas y todo aquello que los separaba, alcanzando juntos, como el “Uno” que eran, la perfección imposible desde la individualidad.
FIN
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